Sex-dualid@d

El sexo y el género en la comunicación

4.3.10

Maltrato cero

Publicado por DreamArt |


Si existe un tema delicado en cuanto a la comunicación y el género, este es por excelencia la violencia de género. En los últimos años se han venido sucediendo las campañas, por parte del Estado, en contra del maltrato a la mujer y las noticias sobre el tema emitidas por los medios de comunicación. A continuación abordaremos este tema a través de la teoría funcionalista en la comunicación de masas.

La ley orgánica pone de manifiesto que la violencia de género es el símbolo más brutal de la desigualdad, fundamentado en un patrón de conducta profundamente arraigado en la conciencia colectiva que sitúa a la mujer en una posición de sometimiento al hombre. Por eso, como recoge la propia ley, y a través del Plan Nacional de Sensibilización y Prevención aprobado en el año 2006, resulta imprescindible implementar actuaciones dirigidas a la concienciación e información de toda la sociedad, como elemento previo y complementario a la prevención.
El mayor agente para realizar esta concienciación son los medios de comunicación, que como estructuras generadores de actitudes y valores en las sociedades actuales, poseen una responsabilidad ineludible en el mantenimiento o modificación de esta desigualdad.
Las ciencias de la comunicación, sin duda han contribuido, junto con muchas otras disciplinas, a visibilizar la problemática específica de la violencia contra las mujeres y a crear una conciencia colectiva de que ésta sólo puede entenderse como un problema social-estructural y no como un problema aislado o perteneciente al ámbito privado.
De hecho esto ya se está cumpliendo, pues como hemos dicho se ha generado una ley específica, y diversas medidas judiciales y políticas públicas. Se ve aquí la función de compulsión de normas sociales, por la cual los medios pones en cuestión normas existentes e impulsan nuevas normas.

Pero también existe la otra cara de la moneda, y es que los medios de comunicación pueden reproducir, generar y alimentar una ideología sexista que otorga el poder a los hombres sobre las mujeres. La prensa, la radio y la televisión en ocasiones presentan imágenes o mensajes que reproducen el estereotipo patriarcal sobre la mujer y que contribuyen a perpetuar situaciones de desigualdad de género, como hemos visto en otras entradas de éste mismo blog.
La contrapartida de este intento de concienciación es que se ha producido un incremento en los medios del número de las mujeres presentadas como víctimas, que ha pasado de un 11,6% en el año 2000-01 a un 23% en el 2005 (una de cuatro mujeres que aparecen en los informativos lo hacen en calidad de víctimas). Vemos aquí como la función otorgadora de status (importancia social de la presencia en los medios, como instrumento de jerarquía) favorece claramente a los hombres.
Otra cuestión es que es un tema sobrerepresentado, lo cual tiende a banalizarlo y también a construir una imagen victimizadora de las mujeres, centrada en la relación simplificadora entre víctima y verdugo y que obvia la multiplicidad y complejidad de factores por los que se ejerce la violencia contra las mujeres. Observamos así la disfunción narcotizante o efecto de apatía.

En definitiva comprobamos como es muy difícil, a pesar de intentar cumplir el objetivo de canalización, que realmente se cambien o modifiquen ciertas actitudes establecidas.
También demostramos así el gran poder que tienen los mass media sobre la sociedad en su conjunto y sus subsistemas.

Ainara Pérez Monteagudo

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