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El sexo y el género en la comunicación

3.4.10

videojuegos: ¿ofensivos o inofensivos?

Publicado por DreamArt |



Mediante, los juguetes los niños y las niñas aprenden a socializarse, a desarrollar sus capacidades y sus habilidades y a ver el mundo. Actualmente los videojuegos son el juguete más regalado a niños (en menor medida a niñas) y adolescentes. Los videojuegos constituyen instrumentos mediante los que los niños comprenden el medio que les rodea. Existen investigaciones sobre los contenidos de los videojuegos que han extraído diversas conclusiones.
La primera conclusión es que todos los videojuegos analizados reproducen estereotipos sexistas. Están hechos por hombres y para los hombres, reforzando el comportamiento masculino e incluso, con muestras de incitación al sexismo. Los juegos están pensados según los deseos, las afinidades y las aficiones de los varones. Por eso son los chicos los que más juegan.
Podemos diferenciar entre un sexismo implícito y otro explícito, este último está centrado en la imagen y el rol de la mujer. La cultura sexista además de aludir al lenguaje sexista que se emplea en los mismos, o a la imagen de la mujer que en ellos se presenta, hace referencia, también, a la construcción de un mundo virtual basado en la “cultura macho”. En esta cultura una idea distorsionada de lo masculino es elevada a categoría de válida, en la que sólo hay ‘valores’ como el poder, la fuerza, la valentía, el dominio, el honor, la venganza, el desafío, el desprecio y el orgullo. Por contra, lo femenino es asimilado a debilidad, cobardía, conformismo y sumisión.
En cuanto a la imagen y el rol de la mujer, hay que puntualizar que la representación femenina en los videojuegos es menor. Sus cuerpos tienden a la exageración. Su vestimenta no responde a las necesidades del momento, de la historia, del trabajo o de la acción que se realiza en el videojuego, sino a mostrarse “insinuante” o “seductora” hacia los hombres. Esto es un fuerte impacto sobre la imagen que las niñas y adolescentes se construyen de ellas mismas y que ayuda a que los niños y jóvenes se comporten respecto a la mujer a partir de una visión estereotipada de lo femenino. Con este tipo de videojuegos las chicas aprenden la dependencia y los chicos la dominación.
En cuanto al sexismo implícito, hay que tener en cuenta que se trata de un problema social. Nuestra civilización siempre ha sido jerarquizada. Los hombres siempre lo han estado, son los que han ido construyendo un modelo en el que lo valioso, es aquello que se ajusta más fácilmente al “esquema viril”. Es un conjunto de rasgos masculinos que hemos aprendido a venerar desde la infancia y al que las mujeres van asimilando. Lo masculino se ha convertido en la norma, en “el neutro” que engloba a los hombres y a las mujeres.
Sin embargo la mayoría de los jóvenes creen que los videojuegos no les afectan. No son conscientes de cómo influye en su concepción de la realidad, en sus creencias y valores, en sus comportamientos, en sus relaciones con los que les rodean. Tanto los niños como las niñas reciben mensajes negativos que influyen sobre la manera en la que creen que deben actuar y el aspecto que deben tener. Muchos de los chicos y las chicas jóvenes, pueden concebir que los personajes extremadamente eróticos representen el “símbolo de la mujer ideal”. Estas imágenes pueden afectar a la autoestima de las chicas. Además, estas imágenes también influyen en lo que esperan los chicos de las chicas y en cómo se relacionan con ellas.
Pero ¿vosotros que pensáis? ¿Los videojuegos afectan en la conducta de los jóvenes? O ¿simplemente se trata de un juego inofensivo?

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